- Dueño de una personalidad única y un talento sin igual, marcó una época.
- Marcó golazos y brilló en varios clubes pero le faltó ser jugador “de equipo”.
- Encontró su lugar en Milán, donde se despidió del fútbol por una dura lesión.
Zlatan Ibrahimovic, el genio maldito forzado al retiro, que no se bancó a Guardiola y terminó adorando a Messi
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