- Llevó la bandera argentina a seis Juegos Olímpicos, y se consagró en Beijing 2008.
- La peleó de abajo, invirtiendo lo que no tenía y «mangueando» hasta el último día.
- Una lata de durazno como motor y su desilusionante paso por la política como senador.
Las confesiones de Juan Curuchet, la leyenda del ciclismo que sacrificó todo para ser oro olímpico: «Me retiré indigente»
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