- El daño tóxico del populismo sedimental se pegó a la marcha universitaria de esta semana.
- Desde la cúspide del poder se leyó con vendas en los ojos el eje dinamizador universitario, como si dos millones de alumnos fueran lo mismo, por ejemplo que Pablo Moyano y sus secuaces.
Quintela, Insfrán, la marcha universitaria y la educación feudal
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