- Nicolás De la Cruz (River), Augusto Batalla (San Lorenzo), Benjamín Rollheiser (Estudiantes) y Rodrigo Garro (Talleres) llevaron su talento a otros horizontes.
- La situación económica no ayuda y los clubes, muchas veces, quedan presos de sus propios acuerdos contractuales.
El mercado se lleva el talento y el fútbol argentino pierde jerarquía: con menos ‘cracks’ habrá una estética más chata en la Liga Profesional
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