- Cill y Giro son de San Martín, donde se hicieron reconocidos y organizaron eventos.
- Su obsesión por la rima perfecta y la competencia entre ellos. «Mi mamá nos preguntaba si hacía falta que nos insultáramos», se ríe el mayor.
De improvisar en plazas a las batallas escritas, dos hermanos se abren paso en el mundo del rap

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