- Ocurrió en General Cabrera, un municipio de unos 15 mil habitantes.
- Las motos con escapes adulteradas son secuestradas hasta que presenten el original.
- Hubo una aplastada masiva la calle.
Con un tractor y una aplanadora, un intendente destruyó los caños de escape de las motos ruidosas en una medida inédita
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