- El uruguayo abrió el marcador en la Bombonera y corrió hacia una de las cabeceras.
- Allí se confundió en un abrazo con un efectivo a la espera que llegaran sus compañeros.
- La Bestia llevaba 575 minutos sin convertir.
Merentiel no se puso la gorra: acabó con la maldición del gol y lo festejó ¡con un policía!
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