Causó sorpresa la imprevista decisión del padre Lucas Barroso de abandonar la parroquia que venía pastoreando desde hace tres años. El obispo comunicó la novedad a los feligreses que no alcanzaban a entender el alejamiento del sacerdote. En forma provisoria, el servicio estará a cargo de sacerdotes vecinos.
El pasado miércoles de cenizas tuvo una sensación distinta para los feligreses de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, con sede en Chepes, cuyo responsable era el padre Lucas Santiago Barroso, quien había asumido como párroco en el año 2020.
Como lo había informado en su momento, Barroso en el mes de octubre de 2019 –cuando tenía 30 años– había recibido de manos del obispo Dante Braida el diaconado como paso previo a convertirse en sacerdote.
Luego de cumplir con los estudios que realizó en el Seminario “Nuestra Señora de Guadalupe y San José” en la Arquidiócesis de San Juan, regresó a su provincia natal para continuar con su discernimiento y seguir de ese modo afi anzando el si, junto a la feligresía de la ciudad de Chepes, haciendo su año pastoral junto al ex párroco Gonzalo Llorente.
En noviembre de 2020, Barroso recibió en la Iglesia Catedral, en una emotiva ceremonia, el sacramento del sacerdocio impuesto por el obispo Braida y en medio de un estricto protocolo por la pandemia del Covid-19. A los pocos días, fue puesto al frente de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Chepes, lo que significó el alejamiento de Gonzalo Llorente, quien había sido designado como párroco en la Iglesia de la ciudad de Ulapes, departamento San Martín.
Como se había informado en diciembre último, la Diócesis riojana daba a conocer una movida de sacerdotes diocesanos, en la que –en principio– no aparecían cambios en las parroquias de Los Llanos, salvo Chamical y Patquía. Se precisaba que luego de fi nalizar su formación inicial en el Seminario de San Juan, el seminarista Fabián Vega Oliva se integraría a la Parroquia Inmaculada Concepción de Chepes. En cuando a los nuevos destinos, desde el Obispado se precisó que serían puestos entre febrero y marzo de este año.
LA GRAN SORPRESA
Braida se encontraba en plena tarea de poner en posesión a los nuevos destinos sacerdotales, pero de pronto, una novedad cambió los planes de la movida diagramada el año pasado, cuando el padre Barroso le hizo saber al pastor de su necesidad de dejar la parroquia chepeña.
Según se pudo saber, la decisión de Barroso descolocó al obispo y puso en jaque la movida pues habría sido extemporánea, ya que se dio a conocer cuando estaba todo planeado y –de pronto– el pastor debió repensar la movida para ver cómo solucionaría el problema que le generaba la parroquia sureña. Poniendo manos a la obra, lo primero que hizo el obispo, tal cual se informó en la edición de ayer, fue trasladarse hacia la ciudad de Chepes. La visita se realizó el pasado 14 de febrero, en coincidencia con el “Miércoles de Cenizas”.
La llegada del obispo Braida causó mucha alegría, pues los feligreses nunca imaginaron que arribara justamente para una fecha litúrgica tan cara a los sentimientos católicos. De hecho presidió la misa en la que el propio obispo impuso la bendición con las cenizas. Pero una cruz golpeó los sentimientos de los integrantes del Consejo Parroquial a quienes había convocado, cuando el pastor les hacía saber sobre el alejamiento de Barroso como párroco.
Todos se miraron y no entendían lo que estaban escuchando. Era la realidad, allí Braida brindó explicaciones sobre los motivos que llevaron al sacerdote a tomar esa decisión. A todo esto, otros feligreses habían observado los movimientos de Barroso, quien sin prácticamente decir nada había tomado algunas de sus pertenencias y buscó rumbo hacia la Capital riojana donde permanecerá –por el momento– a la espera de las indicaciones que le transmita Braida.
Mientras la novedad se divulgaba entre la población, la Parroquia de la Inmaculada Concepción quedó sin su párroco. Frente a esta situación, el obispo coordinó con sacerdotes de parroquias vecinas como Malanzán, para que al menos los fi nes de semana celebren misa y administren los sacramentos, en especial bautismos.
Por el momento, la Iglesia de Chepes se queda sin el servicio sacerdotal permanente, o si se quiere, sin párroco. La situación podría extenderse por un par de meses, nadie lo sabe, salvo el obispo Braida que deberá mover –una vez más– el tablero diocesano y ver de dónde saca un alfi l que le permita avanzar y cubrir esa iglesia local.
MÁS ASUNCIONES
En una ceremonia que se realizó anoche en la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced, el obispo Braida puso en funciones al nuevo rector del Santuario Mariano, padre Emmanuel Varas, durante la misa concelebrada y así reemplazó al padre Mauricio Gimenez, quien fue trasladado como responsable del Convento de Santo Domingo.
Por otra parte y continuando con su cronograma de funciones, hoy a las 20, en la localidad de Patquía, departamento Independencia, el obispo pondrá en calidad de Administrador de la Parroquia Santa Rosa de Lima al padre Alexis Rosales.
Como se había anticipado, el pasado domingo 11 de febrero asumió como nuevo pastor en la Capilla de San Pío de Pietralcina, en el Parque de la Ciudad, el padre Jorge Vega, quien reemplazó al padre Héctor Montiel, durante la misa que presidió monseñor Braida. También, el padre Gerson Dufresne asumió como nuevo párroco en la Iglesia Virgen del Valle, barrio Tiro Federal, durante una misa que concelebró el obispo Braida y de la que participó el párroco saliente, Jorge Vega.
ADMISIÓN
Por otra parte, desde la Diócesis riojana se anticipó que el próximo 2 de marzo, a las 20, en la Parroquia Encarnación del Señor, ubicada por la avenida Favaloro 21, se ofi ciará la santa misa en la que se realizará la ceremonia de admisión del seminarista Maximiliano Palacio, quien de esta forma dará un paso más en su etapa de formación sacerdotal.
FUENTE PERIODISTICA: ORION FM