- El Presidente se largó a llorar y tuvo que ser consolado por sus acompañantes.
- Cumplió así una vieja promesa: había dicho que si llegaba a la Rosada, iría a ese lugar sagrado para el judaísmo.
Javier Milei visitó el Muro de los Lamentos, rezó y se emocionó hasta las lágrimas
Deja un comentario Deja un comentario